domingo, 6 de noviembre de 2011

"Strawberry ~"

Capítulo 1.
La presentación estaba a unos minutos de comenzar, las luces emergían por todos lados e iluminaban por completo el salón. Uno de los mozos traía en su bandeja, una botella de licor y panecillos de coctel. En otras mesas tenían champagne y los hombres miraban con ansias las botellas que estaban en cada mesa del salón ¿qué le ven a eso de exquisitez? Era una celebración formal, no es lugar ni situación para emborracharse y causar estragos en la fiesta del Alcalde de Ontario.

–Todo saldrá bien Katherinne –susurró mi madre mientras se acomodaba en uno de los asientos que estaban a mi izquierda. Mi padre a su lado, él estaba feliz e ilusionado con lo que había logrado. Pero sin ellos yo no hubiera logrado ni la décima parte de lo que soy ahora.

Mi profesor de piano dio la orden de que comenzara a tocar la melodía que durante 1 mes había practicado coordinadamente. Miré por quinta vez el atril que se encontraba justo al frente de mí; los nervios me invadían cruelmente y me impedían palpar el piano. Me incliné hacia adelante y me atreví a presionar la primera tecla, al escuchar que esta sonó perfectamente proseguí con la canción. 

–Es increíble –murmullaba la gente. ¿Realmente lo hice bien?

Al terminar la melodía, todos los espectadores aplaudieron efusivamente y me observaban con deslumbro. Di un giro de 90 grados y logré divisar a mis padres, ¿estaban emocionados o aplaudiendo? No, al contrario sus caras reflejaban un cierto grado de preocupación. Mi padre miraba hacia todos lados un poco confundido y mi madre presionaba la mano de él contra su pecho. 

–¿Ya terminaste? –preguntó mi padre.
–Sí, no tuve ningún error. ¿Nos quedaremos a cenar?.
–Eso no es lo que importa. Ahora vámonos.

Me tomó bruscamente del brazo derecho, empujó a los guardias que cuidaban la entrada a la recepción. Caminó hasta el estacionamiento y me abalanzó sobre los asientos traseros. 

–¿Qué hice mal? –les pregunté.
–¡Basta de tus preguntas sin sentido! Guarda silencio y déjame tranquilo.

Mi padre solo tendió a responderme, mi madre estaba callada, ni siquiera murmullaba. Era extraña la actitud de mi madre, ella siempre tiene un tema sobre el cual entablar una conversación. Mis sospechas eran ciertas, algo malo ocurría. 

–¿Dónde están los papeles timbrados por la empresa?–gritó mi padre desesperado. Buscaba aquellos papeles por todos lados, su cara se transformó completamente. Nunca los había visto así. Nunca pensé que la felicidad que obtuve en la celebración se haya esfumado en tan solo segundos. 

–¿Algo más que decir Sara y Pablo? –preguntó un tipo que estaba parado fuera del auto. 

Estaba vestido completamente de negro, en sus brazos tenía tatuajes de dragones y símbolos extraños. Lentamente de su bolsillo sacó una pistola, con ella apuntó a mis padres en sus cabezas.

~Pame

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